Tarot Amigo
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Maneras de Predecir el Futuro

Leer el porvenir y el destino

Predecir el destino, el provenir y el futuro es posible usando diferentes métodos de adivinación. Los más conocidos son el tarot, la numerología y las runas, pero existen otras maneras de saber el futuro y que son poco conocidas.

Para saber más sobre la cartomancia puede ir a nuestra sección de tarot donde encontrará tiradas gratis de cartas.

Sí lo que desea es aprender a predecir el futuro te explicamos a continuación diferentes formas de saberlo e interpretar cada mancia adivinatoria.

Artes Adivinatorias



Métodos de Adivinación

El hombre siempre ha querido conocer que le pasará en el futuro y predecir los hechos venideros. No sólo por asuntos amorosos, aunque es el tema más consultado.

A lo largo de la historia de la humanidad se han empleado diversos métodos de adivinación para saber el futuro de las cosechas, el tiempo, el resultado de una batalla y temas más materiales, aunque también se consultaba asuntos más espirituales.

Observará que existen formas de predicción muy diversas y algunas hasta le sorprenderán, pero todas han sido usadas y se siguen utilizando en diversas culturas para saber cuál será el porvenir y adelantarse a los hechos futuros.

Aeromancia - Ver el Destino en las Nubes

aeromancia

La aeromancia es el arte de adivinar mediante la interpretación de los fenómenos atmosféricos. Es leer el futuro en las nubes.

Se observa el viento, las nubes o elementos similares, incluyendo los rayos, truenos, etc., o la posición favorable o desfavorable de los planetas. Es uno de los métodos más antiguos.

Generalmente, dentro de estos fenómenos, se refiere a la observación de formaciones vaporosas en el aire, que dan al vidente unos significados que esta persona interpreta como exactos.

Además de la interpretación que haga el vidente o consultante, también se cree que esta misma persona interviene en la formación de las figuras para que se adapten al mensaje adivinatorio que el ya posee de antemano, siendo esta intervención por supuesto de manera inconsciente, en forma de psicoquinesia.

Esta remota mancia o técnica de adivinación es milenaria, y nació a raíz de observar la repetición de estos fenómenos atmosféricos en la vida diaria. Se basa en la forma de las nubes, en su dirección y densidad, así como cualquier otra característica que se salga de lo habitual.

En la aeromancia el consultante cierra los ojos y, concentrándose, formula una pregunta. Cuando los abre, observa el cielo y busca las posibles respuestas.

Uno de los elementos que más se utiliza en este tipo de predicciones es el viento, que siempre ha tenido connotaciones mágicas y misteriosas, pues durante muchísimo tiempo los hombres no han podido controlar los tornados, remolinos o ráfagas, creyendo incluso que muchos de estos vientos eran el aliento embravecido de dioses o diablos.

La técnica específica de utilizar exclusivamente el viento para las predicciones es la austromancia.

Desde esos tiempos remotos, se han ido utilizando distintos métodos que han tenido que ver con el viento, teniendo cada uno que ver con diferentes zonas geográficas determinadas.

Aunque bastantes de estos métodos se han ido perdiendo con el tiempo, todavía se siguen sus pautas generales para una interpretación a través del aire en movimiento.

La técnica no es demasiado complicada. Primero hay que hallar un sitio despejado de edificios y árboles.

Se pregunta a las nubes de forma clara y sencilla, cuya respuesta solo pueda ser un sí o un no. Se observa el viento, y si este sopla hacia el norte o el oeste, la respuesta es positiva. Si lo hace hacia el sur o el este, es negativa.

Si el viento no sopla en unos diez minutos tras la consulta, esto quiere decir que no es posible esperar una respuesta inmediata. Y al revés, si se formara un remolino de viento, eso quiere decir que la respuesta no es favorable y que habría que usar otra mancia para complementar la respuesta.

También existe otro método para aplicar la aeromancia, y es escribir cinco posibles predicciones futuras en cinco trozos circulares de papel. Se llevan a un sitio donde haga bastante viento. Allí se dibuja un círculo en el suelo y los papeles se colocan dentro.

El último papel que permanezca dentro, una vez que el viento sople, será el que determine la respuesta del vidente, señalando la predicción más cercana o probable.

Si todos los papeles se movieran a la vez, sin quedar ninguno dentro, eso significa que no es posible una respuesta en esas circunstancias y que hay que dejarlo para más adelante.

Alectomancia

alectomancia - gallo

La alectomancia es una forma de adivinar el futuro en la que se utiliza a un gallo como elemento en el que fijarse para realizar la predicción.

Se suelta este en un círculo en el suelo en donde previamente se han pintado las letras del abecedario.

Encima de cada letra se ha colocado un grano de trigo y el gallo será el que vaya dirigiéndose a cada grano y así se formara una palabra que el vidente interpretara para realizar su predicción.

Existen versiones que indican que previamente al animal se le ha hecho tragar trozos de papel con mensajes cabalísticos para así ayudar a este a dar con una palabra con sentido.

La Alectomancia ha sido y es usada por diferentes culturas que tienes sus raíces en el medio rural, como todas las sociedades, pero que han seguido teniendo el contacto con el mismo.

No sabemos si es un método de adivinación fiable, pero la alectomancia seguramente será un medio más para adivinar el futuro usando al gallo como catalizador del movimiento energético.

Saber el Futuro con la Sal

Método de adivinación también conocido como Salimancia. Se le llama así al método de adivinación que utiliza la sal para sus augurios. Es una mancia muy remota, ya que nació en la época de la Roma antigua.

La sal era tan preciada porque se trataba de un producto muy escaso y era complicado que lo obtuvieran los pueblos alejados de las zonas costeras. Era común el tráfico de la sal, un bien muy buscado tanto para diferentes rituales, ceremonias y ofrendas, como para tener una buena salud. Además era una forma de pago.

De hecho, la palabra salario tiene su origen en que se les pagaba a los soldados romanos con saquitos de sal, y viene del latín salarium, “pago con sal”.

Por tanto, ningunear la sal o el hacer que por un descuido se derramara, se consideraba como una ofensa a los dioses paganos. De hecho, aun hoy en día tirar la sal o pasarla de mano en mano es sinónimo de mala suerte, y para evitar esos efectos dañinos hay que tirar algo de sal del salero hacia atrás sobre el hombro izquierdo.

A partir de su carácter sagrado se asoció la sal al fuego como un método adivinatorio. La forma de hacerlo es muy sencilla: se arrojan unos granos de sal al fuego, con un movimiento rápido, y se escucha el ruido o chisporroteo que producen.

Dependiendo de su fuerza al crepitar, así se realiza la interpretación, es decir, si los granos crepitan con fuerza, es un signo positivo de fortuna.

Pero si suenan débiles y casi sin fuerza, es que la fortuna no está demasiado cerca. Además del interpretar el ruido, también se leen las formas del humo formado por la combustión de la sal en el fuego, o la naturaleza de las llamas formadas. Así, el futuro se presenta bastante bueno si las llamas son claras y brillantes.

Además de arrojar la sal a la hoguera, la alomancia suele practicarse actualmente vertiendo una cucharadita de sal sobre una bandeja, mesa o superficie plana, e interpretando las formas que deja el azar.

Predecir el Futuro con Flechas

La belomancia es un antigua forma de adivinar el futuro consistente en el lanzamiento de flechas.

Según la cultura se cogía las flechas y sobre ellas se escribía una frase y luego es escogía al azar una de las fechas y se la lanzaba.

Dependiendo de la fecha elegida se consideraba la frase y se consideraba que la flecha había respondido a la pregunta.

En otras culturas solo se utilizaba para predecir el futuro el vuelo de la flecha y de este vuelo se sacaba la interpretación a la pregunta.

Esta mancia fue muy utilizada por los Turcos, Los Caldeos, Egipcios e Hiitas.

Actualmente no es una práctica habitual y no conocemos ninguna cultura que utilice este método de adivinación.

Bibliomancia - El peso de la Biblia

También conocida como Esticomancia. La Bibliomancia es utilizada de una u otra forma dependiendo de la cultura donde se emplee esta forma de predecir el futuro.

En unas se utilizaban la Biblia para dirimir la culpabilidad de una persona. Se cogía una balanza y en un plato se ponía a la persona y en el otro plato a la persona en cuestión. Si la persona pesaba más que la Biblia era consideraba culpable.

En otras culturas se cogía cualquier libro en el que tuviera confianza el consultante y se abría al azar y le leía el primer párrafo. Se interpretaba lo que ponía este y ahí se encontraba la respuesta a la pregunta.

Geomancia

La Geomancia o adivinación por la tierra, consiste en arrojar un puñado de polvo en el suelo o encima de una mesa para observar los sucesos futuros por las líneas y figuras que aparecían.

Otra práctica era, trazando en la tierra líneas o círculos sobre los que se creían poder adivinar lo que se anhelaba, dependiendo de las figuras que salían, así profetizaban.

Como siempre decimos y en este caso particular más aún. Cualquier persona que tire polvo de tierra sobre una mesa y luego intente ver lo que ha quedado..... Sino tiene videncia o esa chispa especial pues no verá nada.

Por tanto, y no nos cansaremos de repetirlo, los métodos de adivinación por si solos no dicen nada. Es el vidente o interpretador quien tiene la gracia de poder predecir el futuro, no el método o mancia que se use.

Hidromancia

hidromancia

La hidromancia es el nombre que recibe el arte adivinatorio que pretende predecir el futuro observando el agua. Desde la antigüedad, se ha considerado al agua como un componente mágico, ideal para bendiciones o curaciones.

Los balnearios de aguas termales, los lagos, ríos, estanques y fuentes siempre han estado rodeados de una fama especial por sus poderes positivos.

Por ejemplo en gran parte de la Europa antigua se pensaba que los manantiales y sitios con agua estaban guardados por una ninfa o diosa, generalmente Bride (Santa Brígida para los cristianos).

Por tanto, es un elemento que tiene muchas veces presencia en los métodos de adivinación.

La hidromancia se trata así de la adivinación y descubrimiento de hechos misteriosos a través del agua, basándose en sus corrientes, color y flujo.

El brillo del agua favorece la aparición de formas, siendo estas visiones muy subjetivas.

El uso de la hidromancia está bastante extendido desde las primeras civilizaciones; por ejemplo los hebreos ya la utilizaban para sus consultas adivinatorias.

La mayoría de las sacerdotisas de los templos de las culturas más antiguas estaban dotadas para saber usar los poderes mágicos del agua para la adivinación a través del agua.

Tras un baño ritual, se les trasladaba a un sitio de agua tranquila y allí, usando el agua como espejo, eran capaces de visualizar cosas que estaban ocurriendo aunque fuera a mucha distancia de donde se encontraban.

Antiguamente se tiraban tres piedras en un agua tranquila y se contaban las ondas que se producían. Si el número salía impar, se interpretaba como algo positivo.

De ahí se pasó a observar el agua en un recipiente o tazón, y esto fue el precedente de la observación a través de la bola de cristal, ya que, al igual que en esta, aparecen figuras y formas.

De todas formas, el método de tirar los guijarros no es el único dentro de la hidromancia, ya que hay muchos más. Desde tiempos remotos existen varios distintos, fundamentalmente practicados por los germanos.

Cuando se iba a las costas, se observaba atentamente el mar, siempre que no estuviera totalmente calmado, y se interpretaba el movimiento de las olas, su tamaño y agitación, fijándose especialmente en las figuras de la espuma.

Se valoraba de forma especial el color que ese día presentara el mar.

Tras una invocación, en el agua aparecía escrito a la inversa el nombre de una persona o de un objeto sobre los que se preguntaba.

Las germanas también inspeccionaban los torbellinos que se formaban en los golfos de los ríos, y de ahí interpretaban los hechos futuros.

Si un hombre sospechaba que su mujer le había sido infiel y que el hijo que ella esperaba no era suyo, una vez nacido el niño se arrojaba al Rio, y si lograba flotar se daba por hecho que era de él.

Si la criatura se iba hacia el fondo, se tomaba por bastardo.

Se llenaba un vaso con agua y el hechicero o consultante cogía un hilo del cual colgaba un anillo suspendido.

Según el número de veces que el anillo golpeaba el vaso, así se interpretaba la consulta.

Se colocaba agua en un recipiente de cristal. Se añadía una gota de aceite y dependiendo de las formas que adoptara la gota extendiéndose sobre el agua, así se interpretaba lo que se viera.

Otra forma de hidromancia era echar agua en un cazo y pronunciar las preguntas para consultar el futuro, se hervía el agua y dependiendo del agua que saliera por los bordes, así quería decir una cosa u otra.